miércoles, 4 de enero de 2012

LOS PERCHEROS CARGAN COSAS: HISTORIAS DEL PERCHERO Y LAS PERCHAS DE MI CASA

En el living de mi casa hay un perchero, un perchero que siempre miro y digo: ¡Qué feo que queda!,  este perchero recargado de ropa y bolsos juntando tierra… y energía, claro. Le energía de la persona que se saca cuando viene de la calle y la cuelga ahí en el perchero, junto con su bolso o abrigo. El perchero se la banca a todas.

Fue entonces que me decidí a hacer limpieza percheril y a exorcizar el perchero. Lo primero que saque fue una campera de jean con peluche gigante, toda gastada de mi ex con restos de cenizas y colillas adentro de los bolsillos, la puse junto con un buzo dado vuelta, que como se lo saco lo dejo, no colgado, sino  tirado en el perchero, eso junto a un bolso rojo tierroso de mi ex, fue lo primero que voló.

Después apareció una cartera de esas que se cierran con dos bolitas, que se cruzan, mediana en tonos beige, con correíta corta,  forrado en tejido  plástico, muy vieja, que fue mi compañera de noches paquetas, con  vestiditos coquetos, fueron buenas épocas, ahora ya manchada y rota iba a ser la próxima en partir del perchero.

Después encontré un bolso que supe conseguir por 4$ en el trueque,  un simple bolso sintético gris con forro naranja, del tamaño justo para la carpeta y el andar de todos los días, al que use y use y use hasta más no poder… y si este sería el que seguiría en la partida de bolsos.

También estaban dos abrigos colgados, uno de mi amiga Carla, muy querido por ella a cuadros, un saco bien abrigadito, que me prestó una noche de frío, ese lo descolgué para mandarlo al lavadero, también encontré mi saco violeta largo en polar, que me hizo mi madre, al que colgué con mucho afecto en una percha en el ropero, para que no se arruine.

Después estarían los bolsos que quedarían: la carterita hecha con tela de tapicería y lentejuelas,  la a crochet chiquitita y amarilla intensa, las dos hechas por mi madre y las otras dos crochet una pintada y la otra de trenzas que me tejió mi abuela. Un par de bolsos urbanos también quedaron en el perchero, bolsos con muchos cierres, mochilas, y claro mi carterita de cuero negra, para ocasiones más formales.

También encontré una campera de lluvia de mi ex, pero como era muy bonita me la dejé para sacar la perra cuando llueve… shhhhh!

Y finalmente algo muy conmovedor, me encontré colgada en mi perchero, la bolsa del censo 2010, del 27 de octubre de 2010… ¡qué día!, que carga habrá tenido esa bolsa.

Si les digo que los percheros y las perchas cargan cosas es porque cargan cosas: cargan viejos amores, cargan noches divertidas, cargan el mimo de una amiga para que no tengas frío, cargan el amor de una madre y de una abuela, cargan caminos recorridos, cargan momentos históricos, cargan vida. 

CARO PÉREZ

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